La frase del día de hoy es líquida
"...la disociación entre las escalas de la economía y de la política (las fuerzas económicas son globales y los poderes políticos, nacionales.) Esta descompensación que arrasa las leyes y referencias locales convierte la creciente globalización en una fuerza nefasta."
Zygmunt Bauman, sociólogo inglés de origen polaco; hablando en octubre pasado con Vicente Verdú para una entrevista/artículo en El País
(N. del B.) De esto se desprende que los políticos se nos antojen marionetas inoperantes, incompetentes o, peor, corruptos, comenta Vicente Verdú. Tengo la costumbre, desde pequeño, de buscar justificaciones para los actos de los demás, y recuerdo haber pensado cuando ganó el PSOE las elecciones del 82, que existe un secreto que los gobernantes saben pero desconoce la oposición. Y cuando la oposición llega al gobierno lo descubre y entonces ya no puede cumplir con todas sus promesas, paradójicamente, por el bien del país. Pero qué es un país: ¿son sus ciudadanos? ¿es su economía? ¿sus compromisos y su posición internacionales?¿Es lo que cantaba María Ostiz?
¿Llegarán a ver los hijos de nuestros hijos un mundo en el que comprendamos o, al menos, aceptemos que estamos todos embarcados en la misma nave? que decía Carl Sagan.
¿Podremos "vencer o tal vez incluso convencer" a ese enemigo de nuestro futuro global que somos nosotros mismos como individuos "agremiados" e irresponsables, faltos de compromiso? ¿Podremos trascender de esa masa gobernable y gestionable, de la que aberraba Ayn Rand, a individuos pero altruistas? Continuará...